Hay un bar cerca de casa. Bueno, esto, si estuviéramos en Finlandia, igual era una novedad. Pero en Andalucía…la novedad sería lo contrario. Bueno, pues hay un bar -el Torremollejas- que ha sido el típico bar-de-toda-la-vida. Que yo sepa, al menos dos generaciones han estado ya al frente del negocio. Es un bar estilo tabernario. Con sus jamones colgaos, suspendidos sobre las cabezas de los camareros, como amenazantes espadas de Damocles tocineras. Con un contramostrador dónde se exhiben con orgullo todos los productos que el cerdo puede donar a la dieta de las quince mil calorías.
Dos jamones, ya comenzados, prestos a la voz del camarero para seguir perdiendo peso y prestancia. Un inciso: Siempre me ha llamado la atención cuando se oye, ¡una de jamón al corte! Supongo que se hace referencia al corte…que toque. O ¿acaso existe otra forma de cortar jamón? Una de jamón a la motosierra, jamón ametrallao…
Pues como decía, aparte de los dos jamones, son mostrados a los paladares salivantes de la hora del aperitivo, toda suerte de chacinas. Resplandecientes chorizos, sinuosas morcillas, jugosas mantas de tocino. Y mi barrio vive feliz.
Este bar, antaño próspero negocio debido a la cercanía de la Estación de Autobuses, punto de reunión de viajantes, viajeros y viajados, de bocadillo rápido o humeante Menú del Día. Se ha reconvertido. Debido al traslado de dicha Estación, ha devenido en dos tipos de clientela.
El primer tipo, es la clientela del barrio. La de toda la vida. Con sus gentes del café y tostada a primera hora, los de cañita con tapa a la hora del ángelus y los “homo dominensis” que se pasan el día desgastando el marfil de las fichas de dominó. Desde que el sol apunta sus primeros rayos, hasta el ocaso. Yo no sé si hacen turnos, pero siempre hay dos parejas que juegan y ocho comentaristas deportivos frustrados especulando sobre el desarrollo de la partida. Estas partidas son como una “Alianza de Civilizaciones” local, porque se nutren lo mismo de cristianos viejos que de afroandaluces, un gitano con salero e incluso personas de color (de color negro). Para que digan que no somos integradores en mi barrio. Si la ONU pusiera un tapete verde y repartiera fichas de Dominó, se acababan las tragedias mundiales.
Y luego está el segundo tipo. Los chunda-chunda. Son una tribu heterogénea que abarca desde el tipo que esa noche ha sido repelido del hogar conyugal por oscuras razones y lo ha celebrado con una cata variada de alcoholes, hasta chicos y chicas de edad temprana y juerga tardía.
Con lo cual, con una sagaz interpretación de las oportunidades de negocio y “nichos de empleo”, los actuales propietarios variaron el horario de apertura de la mañana a las 06:30 hora peninsular. ¿Quién hay a las 06:30 horas en un bar? Pues una curiosa mezcla entre el honrado gremio de barrenderos y los antes mencionados chunda-chunda. Estos últimos, una vez agotadas las posibilidades de toda la ruta fiestera de la ciudad, agotados los pies de andar toda la noche y agotados los estómagos por falta de sólidos, convergen como peregrinos en dicho bar.
Esto viene a colación de una fastuosa noche de Halloween de hace un par de años que recuerdo con cariño. Yo normalmente madrugo. A las 07:15 de la mañana se me suelen abrir los ojos automáticamente, es un residuo de mi paso por el gremio bancario. Eso y la alergia a las corbatas. Pues bien, un Domingo posterior a la noche terrorífica esta, me acerqué a dicho bar a desayunar unos churritos calentitos. Debería haber llamado a Félix Rodríguez de la Fuente –que en gloria esté-. Para filmar un capítulo de El Hombre y la Tierra. ¡Que de especies no clasificadas aún había allí! Lo mismo te dabas con un Drácula metiéndose un tubo de cerveza con tapa de macarrones que te pedía fuego una bella Elfa con gráciles hierbas en la cabeza y una sábana a modo de traje de las Tierras Medias que apenas ocultaba el tanga de IntimaCherry. Todo con varias capas de maquillaje pringoso y derretido por la noche. La mezcla de olores –supongo que para marcar territorio- iba desde Sudor pour homme a DuchateYa de Ragazza. Un After ibérico grandioso.
Así que por favor, si nos disfrazamos, vamos a intentar usar maquillaje de peli porno que resiste la humedad, y seamos originales, no hace falta vestirse de Vampiro, con que nos colguemos un cartel que diga “queremos ser tu banco” ya está.
Cuidado con la carretera y los funcionarios de color verde. Os espero de vuelta a tod@s. Y claro, el Lunes no hay Blog…hago puente.
3 comentarios:
O ERES UN MAGNIFICO OBSERVADOR, O TU IMAGINACION ES GALOPANTE.
ES UNA INTERESANTE DESCRIPCION DE UNA MAÑANA POST-HALLOWEEN...AH!, FELIZ FIN DE SEMANA "JALOGUINERO", Y BESITOS.
Yo menos mal que no salgo y no veo esas cosas, jajajajja. Un besote gordo y pásalo bien el puente.
Interesante e instructivo analisis sobre la clientela cafeteril de estos afamados y reconvertidos establecimientos. Me ha llamado poderosamente la atención, la descripción tan detallada a la vez de acertada sobre esas originalmente ridiculas tribus urbanas.
Un abrazote, Joe.
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