EL AMBULATORIO PARLAMENTARIO

            No suelo ir mucho, la verdad. Pero el otro día, debido a un catarrazo post-feria, fui a mi Médico de Cabecera al Ambulatorio del barrio. Cuando vas al Ambulatorio es como antes cuando se iba a Melilla, te encargaban radiocasetes y demás. En este caso te encargan recetas (la abuela, tu hermana). No es problema.

            Ahora las citas las dan de cinco en cinco minutos. Un sistema optimista hasta la médula. Suponiendo que el Médico sea Fonsi Nieto expidiendo recetas, es un objetivo imposible de cumplir.  Con lo que acumulando un retraso medio de solo dos minutos, el paciente número 30, pasará a consulta…con una hora de retraso. Pero la realidad es peor.

            En definitiva, llegas, te sientas, preguntas quién tiene la hora más próxima a la tuya…y no contesta nadie. Entonces utilizas el método científico. Si este señor. ha entrado ahora y por boca de la siempre presente, señora comentarista, la cual repasa las horas de cada uno, vas escuchando y te fijas un Target correcto deduciendo que tu turno es detrás de la chica del bolso de Dior-mercadillo.

            Y ante la prolongada espera, comienza la sesión parlamentaria. Una vez tomada posesión de la confianza necesaria que une a todos los “esperantes”, toma la palabra una recién llegada de nacionalidad argentina que se declara abiertamente de Izquierda Unida, dirigiéndose a un señor que conoce, postulando la diferencia ideológica entre él y ella. Él, según sus palabras es “facha” y ella “de izquierdas”. Enseguida, con una propuesta-no de ley, otra componente de éste Parlamento improvisado, que podríamos llamar la “Ucedesa” (por su ideología de UCD), rebate el argumento constatando que ya no existe la izquierda ni la derecha. Que son todos igual. Igual de golfos, aclara.

            Llegado este punto, el Debate sobre el estado de la Nación va alcanzando sus cotas más altas de simpatía, sonrisas y camaradería. La argentina propone que hagamos todos un programa de radio. Su amigo el señor “facha”, ella, la “ucedesa” y yo mismo. Lo cual es aprobado por unanimidad.

Se trata otro punto del orden del día con una referencia a la medicina gratuita en la que todos los presentes estamos inmersos. Este punto es enriquecedoramente aclarado por la señora argentina (que ya ha sido nombrada Presidenta del Parlamento Ambulatorio, la Kirchner), con el razonamiento de que a la falsa izquierda le interesa que creamos que la medicina es “gratis total”. Nada más lejos de la realidad. ¿O NO LA PAGAMOS CON IMPUESTOS? , pero así esta falsa izquierda consigue que creamos que solo con ella en el poder, seguirá siendo gratuita. Este punto se aprueba por unanimidad por el señor de derechas, la “ucedesa” y yo mismo.

Inevitablemente, pasamos al Debate sobre el Estado de las Autonomías, o el misterio de la Santísima Trinidad. No me refiero a la Ministra de Sanidad, sino a la TRIPLICIDAD de competencias en este, nuestro amado país (ó quintuplicidad). Existe un Ministerio de Sanidad, una Consejería de Sanidad, una Concejalía de Sanidad y un Área de Sanidad incluso en Diputaciones. Amén de Empresas Públicas Sanitarias. Ni lloviendo dólares sobre la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, se podría sufragar tanto despacho, móvil, escoltas, dietas, prebendas y prebendos.

En este punto también hay unanimidad. Excepto por una mueca de un componente del Grupo Mixto, un señor no definido que parece ir a consulta por un esguince, así que la mueca podría ser de dolor. Claro que se presenta un problema. La sra. Kirchner plantea a la Sala el quid de la cuestión: Si unificamos todas las competencias, ¿QUE HACEMOS CON LOS CUÑADOS QUE OCUPAN ESOS CARGOS?.  Hay proposiciones de todo tipo, desde mandarlos a Guantánamo hasta reutilizar las Pateras en sentido contrario de navegación.

De nuevo, hemos arreglado el país. Sólo se anota la ausencia de un conocido vecino que asiste todos los días al Ambulatorio, aclarándonos una conocida suya que no ha venido porque…está enfermo. Es lo lógico.