FELICIDADES, MAMI

            Creo que en realidad no es demasiado importante ser madre. Todo lo que existe sobre este planeta tiene una. El roble centenario más grande tuvo una madre-semilla que una vez germinó. Una loba alimenta a cualquier cachorro de su manada, sea suyo o no. La inmensa mayoría de los seres vivos sobre la Tierra tienen un objetivo marcado a fuego en sus genes: que la vida continúe.

            No me caben muchas dudas de que, incluso, dentro de no mucho, al igual que hoy se produce la fecundación in vitro, se producirán la gestación y el alumbramiento en laboratorio. La maternidad como sinónimo de parir, desaparecerá. Las molestias femeninas derivadas del parto también. La vida puede continuar sin madres primíparas. Convertidas todas en nulíparas. ¿Por qué no evitar la aleatoriedad de los genes defectuosos, de las enfermedades futuras del neonato?

            El acto de ser madre será electivo. Seguramente hasta los políticos –títeres del verdadero poder- intentarán regularlo y meter sus manos hediondas de mierda en el asunto, según les dicten las multinacionales que tengan la patente del parto en entorno controlado. Si tenemos suerte, puede que antes los hayamos pasado a todos a cuchillo y no lo hagan. Pero tengo mis dudas.

            En el fondo, hace muchos años ya que existen viveros de especies vegetales. Las iglesias y los credos de ultratumba, que yo sepa, no se meten con los cultivos forzados bajo plástico. Siguen con sus cirios medievales, sus capillas sixtinas y sus sinagogas,   cultivando el caduco homocentrismo. Se pueden hacer salvajadas con todas las especies menos con la humana. Incluso con nuestros primos los grandes simios. Mire usted, los dinosaurios eran bastante más gordos que nosotros, se extinguieron y no pasó nada. Ni una columna en el periódico local. La vida siguió abriéndose camino.

            Así que, en mi humilde opinión, lo importante no es ser madre o no. Parir o no parir: «It is not the question». Creo que lo verdaderamente importante, lo sufrido, lo heroico, es luchar contra un estilo de vida que acuchilla la intención de ser madre. Si es una madre africana porque no tiene para alimentar a su hijo, si es europea, porque la obligan a luchar contra el tiempo que debería dedicar a su hijo.

            Lo verdaderamente importante no es el acto, el ser madre sino…seguir siéndolo.

*Felicidades a todas las que lo son o aún tienen esperanza de serlo.