martes, 26 de noviembre de 2013

LOS ÚLTIMOS SERÁN LOS PRIMEROS (Mateo 20, 1-16)



H
oy ha sido. Hoy. En los Desayunos de Europa Press. El tío lo ha soltado acodado junto a casi el último valenciano de su partido que queda sin imputar por algún juez: Alberto Fabra. Que no hay que confundirlo con Carlos Fabra (el de las gafillas de sol, ya ex presidente de la Corruptísima Diputación de Castellón), que ese sí. Ese sí que se llevó ayer la papela con cuatro años de cárcel. Igual le dejan cumplirlos barriendo su aeropuerto, porque como no hay aviones… Puede que por eso el payo dijo al salir del juicio que se sentía «muy satisfecho». Si lo llegan a condenar a pena capital igual monta un botellón. 


            La que parece que no ha dicho nada es la hija, Andreita Fabra. La del famoso «que se jodan». Y es que cuando la jodienda es en culo propio no hay ánimos. 


              Uno a veces piensa que lo suyo sería desenterrar al Cid Campeador y que pase a cuchillo de nuevo el Reino de Valencia. Igual aquello solo se arregla con la Tizona porque vamos…

            Pues eso, que lo ha soltado: […] «Hemos pedido mucho a los españoles, pero el tiempo se lo va a devolver con creces…» […]. Así, sin anestesia. 

            Teniendo en cuenta que a don Mariano le quedan dos añitos de reloj y contando; que se ha comprometido a […] «terminar la legislatura con menos paro del que encontré y alimento la esperanza de crear puestos de trabajo…» […] este hombre es un perfecto protestante luterano: Cree en la salvación por la fe y no por las obras. Quién lo diría ¿eh?

            Claro que yo me pregunto, ¿a qué españoles le va a devolver con creces lo mucho que les ha pedido? A mí no será. ¿Se refiere quizá a los Botín? ¿A las Koplowitz?

            No le queda tiempo, presidente. No le queda. 

            ¿Va su excelencia a desenterrar de sus tumbas y devolver a la vida a los que se han suicidado por los desahucios?

            ¿Acaso su ilustrísima va a realojar a los desahuciados que siguen con vida?

            ¿Tendrá a bien su paternidad en, al menos como dice, devolver el empleo al millón o más de trabajadores que lo han perdido bajo su pontificado?

            ¿Retrotraerá vuesa merced el poder adquisitivo perdido por los funcionarios al que tenían antes de poner su cepillo de dientes en la Moncloa? 

            ¿Recuperará su reverencia la protección social al desempleo, a los dependientes y a los agonizantes al menos como lo encontró?

            Ni puede, ni quiere ni le dejarán.  

            Ha arrasado usted de tal manera lo que queda de este país que parece como si últimamente el BOE lo hubiera redactado una banda de punkis acaudillada por el «cojo mantecas».

            Pero es normal. Si a su eminencia no lo traga ni el que lo puso ahí. Si tiene usted acojonado con su tontuna hasta a Aznar, que quería dejar a Rodrigo Rato y como no quiso tuvo que ponerlo a usted.


            Usted no es un presidente es un daño colateral.  





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