SOSTEMIBLES

Crédito imagen: El mundo.es

E

s un palabro. Ya sabéis lo que me gustan los palabros. Esta vez se trata, como bien habréis adivinado, de la unión de «Sostenible» y «Temible». Porque el término «Sostenible», en boca de un político, se convierte en algo temible. Horroroso. Letal. 

            Lo que ha devenido en llamarse «neolenguaje», aplicando la denominación de la lengua artística utilizada por Orwell en su novela 1984, en la que el lenguaje cumplía la función de moldear las mentes de los ciudadanos por medio de la manipulación de los significados, es ya plena actualidad.

            Conectad la televisión. Salvando algunos cortes de La Sexta TV, todo lo demás ya es «neolengua». Un lenguaje perfectamente autocensurado para que una nueva generación crezca pensando así y utilizándolo. Un lenguaje cuyo propósito describía fielmente el gran maestro Orwell: « […] La finalidad de la neolengua no era aumentar, sino disminuir el área de pensamiento, objetivo que podía conseguirse reduciendo el número de palabras al mínimo posible […]».

            Lógicamente, si observáis la fotografía que ilustra este articulillo… ninguno de los Ex-Excelentísimos Sres. tiene la suficiente mollera como para discurrir semejante cosa. Ni siquiera el zorro de Felipe (que lo de la OTAN se lo dieron ya pensao). Y Mariano ni te cuento. No es que tampoco hable inglés, es que tiene serias dificultades para hacerlo en español. Por eso manda un plasma o huye por los garajes.

           

Esto lo hacen los asesores. Bueno, creo que ni siquiera ellos. Los asesores subcontratan con algún cuñao de confianza que monta una empresa de Consultoría que  contrata al viceyerno del asesor (…que el chaval se quiere casar…). Este a su vez subcontrata con una (esta vez sí) empresa consultora de postín y abolengo, con ternos en gris marengo, que dirige en la sombra desde el tamaño del flequillo del presidente hasta el número de pelos que pueden asomarle por la nariz. Y el vocabulario, por supuesto.

Y todos ellos facturan unas minutas impresionantes con cargo a los presupuestos. El chaval se casa en El Escorial, y van todos a la boda felices como perdices. ¿A que es cojonudo?

Así queda controlada la «neolengua»  presidencial, gubernamental, bancaria, de los medios… hasta llegar al alcalde Grabié. Aunque a ese se le nota más, claro, él no tiene un Risto Mejide pegado al culo todo el día como las altas esferas del partido. Y además, aún hay gente que recuerda cuando escarbaba cebollinos con una espiocha antes de quedarse con la copla.

Pero va calando, oyes.

Que te digo yo una cosa, Mariano tiene… 578 asesores. Quinientos setenta y ocho. Cinco, siete, ocho. El hombre ha reducido, eso sí, en un ocho por ciento los que tenía Pepe Luis antes. No sé si serán muchos o pocos, lo que sí sé es que de ellos, 68 no tienen el Graduado Escolar. Vamos, el tío podría ir a mear en silla gestatoria como los papas transportado por una cohorte de analfabetos funcionales.

Y por eso, recordaréis con cariño «Desaceleración» por Crisis, «Brotes verdes» por Seguimos jodidos, los más actuales «Ajustes» por Recortes, «Recapitalización» por Rescate a la Banca, «Copago» por Repago, «Minijob» por Empleo de mierda, y los inolvidables «Movilidad Exterior» por Vente a Alemania, Pepe (de Ntra. Sra. de Báñez) y el súmmum de la Cospe: «Simulación en diferido de un salario» por Nos han pillao con el carrito del helao.

Pero vamos, que el tema de la «neolengua», siendo importante para moldear mentes, es solo un medio para un fin: Convencernos de que el Estado del Bienestar no es ya posible. La Sanidad, las Pensiones, la Protección Social, la Educación Pública de calidad… Ya no hay dinero.

Esa protección a los ciudadanos más desfavorecidos, fue posible después de la Segunda Guerra Mundial. Con un continente devastado y hambriento. Pero hoy… no.  Según cuentan, fue un pacto del Gran Capital que concedió derechos a los trabajadores  para evitar la expansión del bloque soviético. Una vez caído el muro de Berlín ya no fue necesario. Hoy lo que se intenta es que los mismos trabajadores se sientan culpables y se acerquen por sí solos a las fronteras de la esclavitud. Y si se matan entre ellos mejor. Baja el desempleo.

Cuando trabajaba en la empresa privada, a veces me preguntaba en secreto…  Oye, y este tío (el dueño)… ¿Por qué no cierra la empresa, nos echa a todos, vende las naves y los terrenos y se va a Hawái? Sí, tiene tres cochazos y yate y tal, pero ¿no está harto de aguantar a 50 o 100 curritos?

Pero claro, cuando yo me preguntaba eso, resulta que el menda en cuestión, solía ser el hijo del padre que había levantado la empresa con el sudor de su (nuestra) frente y le tenía cariño. Pero cascó el abuelo, llegó el nieto, heredó y… hasta luego, Lucas.

Lo que está claro, es que algunas cosas no se pueden medir en términos de rentabilidad o sostenibilidad. O eso creo yo, mísero de mí.

Y claro, el otro día, leía al maestro Juan Torres (ahí tenéis el enlace) y me dije: Rediós, es que lo ha clavado.

  

A ver, pongamos por caso mi edificio. Un hormiguero humano de cemento con unas 100 viviendas. Así, a ojo, con el correr de los años, va siendo ya un circuito de entrenamiento para abuelas y abuelos con andador… Si sumamos los impuestos que pagan los aún laboralmente activos (pa mí que cuatro con el portero) y restamos el coste de los servicios prestados por el Estado a los componentes de esta, nuestra comunidad (Pensiones, Sanidad…) mi edificio No es Rentable. Vamos, Montoro lo echaría abajo con nosotros dentro en lo que tarda en imprimir un Decreto-Ley.

Y lo gracioso es que en esta, nuestra comunidad, ¡¡¡se vota mayoritariamente al partido que gobierna ahora!!! (Que se les nota en la cara de mustios, coño). Votan a los de Derribos Arias. ¿Funciona la «neolengua» o no funciona? Pues claro.

¿Por qué los de Derribos Arias solo se cuestionan si es sostenible la Sanidad, la Educación Pública, las Pensiones, la Protección Social… y no otras cosas?

Por ejemplo, la policía, el ejército, la corona, los cuerpos de bomberos…

¿Es la pregunta éticamente correcta?

No lo creo.

A ver si va a ser que lo insostenible son ellos y sus jodidos yernos…

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Nota bene: Vaya desde aquí mi humilde reconocimiento a los chavales que están haciendo huelga de hambre en la Puerta del Sol (Jorge, Alex, Juanma, Gisela y Alex) y son silenciados vergonzosamente por los medios.

Huelga de hambre en Sol