MONTESQUIEU Y ANA BOTELLA

Eugène Delacroix / La Liberté guidant le peuple   

E

stos tipos son graciosísimos. Sinceramente, estoy pensando en dejar de ver Los Simpson y volver a ver los informativos de tve. Porque las Anas del PP se estudiarán en los libros de Historia. Menos Ana Pastor que es un señor muy serio, la Mato, la Botella y la Obregón (que parece que suena para la cartera de Trabajo en la próxima crisis de gobierno) dan para un suplemento del BOE patrocinado por la revista Hola. Inagotables.

            De modo que la alcaldesa de la quinta ciudad europea por población, se arremanga la saya intelectual y le suelta a la judicatura que «no se dejen influir por el sentimiento de la calle», que «eso era una cosa de la Revolución Francesa». (Ver noticia)

            Allons enfants de la patrie, le jour de gloire est arrivé !!! 

           

No nos equivoquemos que este es otro aviso a navegantes… Que esta señora, dicen que duerme con Josemari (yo no lo sé, oye), que tiene mucho poderío en las eléctricas y estas le mandan por fax a Mariano la legislación a aprobar, vía José Manuel Soria, ministro de Industria (el que cambió el meridiano de Greenwich).

            Que en este país, ser juez es una profesión de riesgo. Todavía no los están reventando con bombas como en Italia al juez Falcone, pero ahí está el caso Gürtel: con 187 imputados en cinco años y el único que que ha sido defenestrado es el juez que lo llevaba (se esté de acuerdo o no con Garzón, pero ese es otro tema). Y a su señoría el juez Elpidio Silva, el que entrulló al banquero lo están terminando de despellejar.

            Vamos, yo os digo una cosa, los que estáis preparando oposiciones a juez, dejadlo y alistaos en la Legión. Es mucho más seguro y te dan la comida y la ropa.

            Pero volviendo al tema de Madame Botella; estoy ultimando ahora una biografía de Napoleón de un tal Emil Ludwig (por lo que dicen, de las mejores, la recomiendo) y es una maravilla. Te hace recorrer todo el período revolucionario de Francia, desde que nace el pequeño Napolione en Córcega hasta su final en la isla de Santa Elena.

            Y claro, uno se pregunta (no sé en qué congregación religiosa estudiaría esta señora la Revolución de 1789) cómo una mujer que tiene responsabilidades sobre millones de ciudadanos/as, osos y madroños, no comprende que sin la Revolución Francesa no se puede entender el modelo social y político actual. Por ejemplo, el que ella pueda ejercer un cargo público y no ser el florero del recibidor de Josemari.

Aunque en la Revolución Francesa, el papel de la mujer no fue enteramente reconocido se sentaron las bases para el posterior reconocimiento de la Igualdad y la Libertad. Así que lo de que el juez no aprecie ningún delito en el escrache a Soraya Sáenz de Santamaría (Mater Admirabilis), dice que le parece muy peligroso y lamentable para el Estado de Derecho… Estado de Derecho cimentado en los ideales de la Revolución Francesa que bebió de las ideas de Montesquieu (la separación entre los poderes legislativo, ejecutivo y judicial).

 Esta señora debe tener tal gazpacho mental que igual piensa que el Derecho Romano lo dictó Silvio Berlusconi. Que oye, en una persona del común, pues mira, pero en una licenciada en Derecho por la Complutense, además de Técnica de la Administración Civil del Estado… mal vamos.

O sea, que a ella lo que le pone es el Antiguo Régimen. El Absolutismo, sus Borbones sin guillotinar. En plan Maria Antonieta (si el pueblo no tienen pan… que coman bizcocho).

Por suerte, termina su alegato dando instrucciones al poder judicial para desarrollar su trabajo. Les recomienda a los jueces que trabajen con «instrucciones silenciosas, de manera callada y cumpliendo la ley».

De pagarle el ordenador portátil al juez Castro que se ha tenido que comprar de su bolsillo para gestionar los más de 20.000 folios por los que va el asunto «Iñaki-Infanta» no dice nada.

Pues solo me queda una cosa que decir:

Aux armes, citoyens !!!  Formez vos bataillons !!!