viernes, 4 de febrero de 2011

Los viernes al Blog: TIMOBYTE.

            Andaba yo el otro día en asuntos de archivística doméstica, cuando noté que la última factura del teléfono móvil era un pelín alta.

            Y me puse a pensar. Lo cual me ayuda a combatir el frío al calentárseme la parte alta de la testuz, eliminando la necesidad de gorro y orejeras.  

            ¿Alguien podría decirme si le han cargado por error alguna vez 2, 3, 4, ó 5 Euros de más?
            ¿Alguna empresa controla al detalle la facturación de sus móviles corporativos?

            Nadie. Ninguna. No calculamos. Ni tiempo ni ganas.

            Para nadie es un secreto que la Información es poder. Lo que me llevó a seguir pensando. Es un vicio. No hay manera, oye.

            Dentro de muy poco, cuando la información que posean sobre nosotros -que ya tienen mucha- sea suficiente, y los Servidores Informáticos privados de las grandes Corporaciones superen de largo al oscuro y potente RITA –cerebro del Ministerio de haciendasomostodos- empezarán a hacerlo. Nos irán inoculando de manera indolora algún eurito de más en las facturas.

            Tomemos a modo de ejemplo a una multinacional imaginaria llamada Bichafone. Un domingo, los altos ejecutivos de esta, deciden invitar a una sabrosa barbacoa de espetos de sardina a Mark Zuckerbelgerbelger, dueño y señor de la red social más gorda del mundo: «facegood». Que sabe más de nosotros que la madre que nos parió. Y no es hipérbole. A los postres (natillas caseras, por favor), le proponen comprarle una serie de datos sobre los usuarios de su red social. Por un módico precio, nada módico.
 
            Bien. Bichafone, ya sabe de nosotros hasta la talla de calzoncillo. En sus potentes servidores, empieza a cruzar, fusionar, filtrar y licuar datos. Profesión de sus Clientes, edad, etcétera.

            Y seguí pensando –ya con sudores-.

            Yo lo haría así:          

            Tomemos primero un dato: la media del importe mensual de la factura. El filtro ideal sería el de usuarios que consumen entre 50 y 100 euros al mes. Que consumen sin preocuparse mucho, vamos. Sobre todo los que tienen una dispersión de una factura a otra, más alta. Para que no controlen demasiado.  Clientes con empleos absorbentes, que lleguen a casa «jartitos» de vida como para ponerse a controlar el móvil. Jueces, Fiscales o Abogados, jamás de los jamases, que tienen mucho peligro. Móviles corporativos de empresa, un chollo.  Móviles de las Administraciones Públicas, todos –hay más de 60.000, que se dice pronto-, no hay ordenanzas suficientes en la península ibérica para controlar ese gasto. Móviles de adolescentes, ni uno, que están al loro y les mola mazo controlar lo que les queda para llamar a los coleguis.

            Visto lo cual, se nos puede quedar un ficherito bien majo de unos 5 millones de líneas-objetivo. Pongamos por caso que les infiltran 2 euritos por línea/mes. El Director de Estrategia que de un mes para otro incremente la facturación de una empresa en 10 millones de Euros, ya te digo yo que tiene un futuro prometedor.

            Que alguno se apercibe del ardid y moviliza a la Organización de Consumidores;  no hay problema. El supersistema informático ya está programado para llevar una doble contabilidad: A preguntas de un auditor externo, automáticamente resta la demasía facturada a cada uno de los registros del majo fichero de «presuntos estafados», amén de devolverle los 2 «euretes» al listo de turno. Además de tener en alerta a su Batallón de abogados que conseguirían condenar a pena capital al santo Job. Los abogadillos de secano a los que pueda acceder nuestro buen amigo embaucado, serían mosquitos veraniegos para esta jauría legal.

            Que conste que aquí lo único nuevo es la forma. No la idea. Hace ya años, la Unión de Consumidores acusó a Telefónica de vender los datos de sus clientes a terceros, a través de su filial CETESA. Cosa que estaban haciendo ¡desde el año 92!

            Hay un dato que aclara mucho las cosas: La brutal diferencia entre los Sistemas Informáticos del Ministerio de Hacienda y los de Justicia. Al Estado le interesa que no escapemos ninguno del pago tributario, pero los juzgados, bueno…con un PC «pa» cada cinco…Es lógico. Si tú fueras un bandolero de la serranía con negro caballo y largas patillas ¿Cuáles serían tus prioridades de inversión? ¿Jueces o trabucos? Pues eso.
             
            Déjame que te cuente, limeña:

            Tengo entre mis conocidos a un propio, conductor de primera (acelera, acelera), al que le quitaron dos veces el permiso de conducir en ¡veinte días! En el primer juicio oral, lo condenaron por delito contra la seguridad en el tráfico. Multaza y pena de cárcel, que al ser inferior a dos años, no entras al trullo. Con la salvedad de que no puedes delinquir en los siguientes dos años, o vas para adentro. A los veinte días repite guiso. Con la suerte de que es en otro municipio fronterizo. Lo juzgan en otro juzgado y lo mismo. Pero claro, al ser la segunda condena, implica ya barrotes. Pero hete aquí que -Alá protege a los tontos- como los Juzgados no están conectados en red  (como cualquier tiendecilla de barrio), se convierte en justiciable indultado «In dubio pro reo et in absentia computatrorum». Vamos, por falta de PC´s conectados. Ni rechistar, claro. Aún hoy -anulados ya sus antecedentes penales-  entona un «tedéum» cada vez que pasa por las puertas de un juzgado.

            En poco tiempo, las «cookies» que nos insertan a nuestro paso por algunas páginas Web y delatan nuestros itinerarios y gustos, pasarán a ser artículos de anticuario.

            ¿Que queréis más leña? Sigo pensando. «Venirse» conmigo.

            La Información. Siempre la Información. ¿Por qué les interesa a las grandes Corporaciones el cambio a la factura electrónica? ¿Por el transmutado espíritu ecologista de los altos ejecutivos para no usar papel y así no despoblar de arbolado el Amazonas o la Sierra de Mijas? Yo me atrevería a decir que no. En la novela negra, cuando el detective investiga un caso hay algo que no falla: «Sigue la pista del dinero». La factura electrónica no solo ahorra dinero a las empresas, sino que hace a los posibles comprobantes físicos para el cálculo de un domingo por la tarde, más volátiles entre la maraña de carpetas que todos tenemos en el ordenador. Si ya de por sí no tenemos ganas de calcular, menos aún de descargar la factura en formato PDF, y calcular.

            ¿Y las facturas de consumo eléctrico, compuestas de cálculos en sánscrito de las Tierras Medias? ¿Alguno sabe siquiera dónde está su contador de agua para corroborar la exactitud de la última factura? Bueno, siempre hay alguno, pero vamos.

            Los economistas suelen decir que cada vez que compramos…estamos votando. La Información que no cesa. A una Gran Superficie, le viene de perlas conocer los hábitos de consumo de cada uno de sus Clientes. Para situar los productos en una altura u otra de los lineales, preparar campañas concretas, incidir en esto o en aquello. ¿Cómo lo hacen?, no pueden conseguir los datos de nuestra tarjeta de crédito porque no sería muy legal. Lanzan sus propias tarjetitas-descuento. Y con el anzuelo de que te descuentan una pequeña miseria por cada compra, cada vez que se la metes a «la Nuri» (tu cajera favorita de interminables pestañas y apetitosa pechuga) en su ranura (del lector de tarjetas), al haber rellenado previamente un cuestionario de filiación para que te den la tarjetita, les proporcionas una información de incalculable valor sobre tus hábitos de compra por edad, domicilio, etcétera.
 
            Y pensé por un segundo más, aún a riesgo de combustión espontánea. Si volvemos a nuestra querida multinacional Bichafone, habíamos dicho que 10 milloncetes de Euros. Pero claro, hablamos solo de este, nuestro país ¿En cuantos países opera esta compañía?
 
            Pues hablad y multiplicaos.

            Que voy a meter la cabeza en hielo.



Postdatapost: «Blogger Blues» no se hace responsable de las opiniones vertidas en él. Todo es producto de la Imaginación (calenturienta).







*Agradecimientos:          

1.- A Q traducciones, Ltd UK, por su inestimable ayuda con las lenguas de Catón y Cervantes.
2.- A J.C.L. Conchillo, por la reedición de sus memorias en las nuestras.



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7 comentarios:

Unknown dijo...

Horrorizada ante la idea de que, como no soy juez ni adolescente, soy una potencial víctima del Timobyte, he escondido mi móvil en mis calzoncillos, talla mediana (bueno, grande) y lo he bajado al sótano, envuelto el artefacto así de esta guisa, para hacer vudú al contador del agua y de la luz. Y me he llevado la sorpresa de que en su lugar había respectivamente: una cajera con uniforme del canal de Bezoya pidiéndome un microchip que yo desconocía que porto en mis entresenos, y una vela de auténtica cera de abeja con una extraña nota que me incitaba a usar pilas alcalinas en las meninges. Ahora entiendo por qué no veo ni torta a partir de horas vespertinas y yo ni me había dado cuenta, creía que era de las cataratas (de las de los mis ojos). Para colmo el móvil se ha quedado sin batería en contacto con el calzoncillo. Me voy a emborrachar un poco y ahora vuelvo.

Anónimo dijo...

Sudores fríos me han entrado.

El móvil está en la mesa, a mi derecha. Me mira. Creo que se sonríe, el muy hijodé.
Pero yo he sabido reaccionar: chínchate, listo, que eres de tarjeta.

¿Entonces, Joe, los del Eroski saben que siempre me tiro por la fabada de oferta?

Tirso

Joe Black dijo...

Amigo Tirso. Me parto el pubis solo de imaginar tu carcajada reprimida por las campanadas del Big Ben. Ahora bien, otrosí del Timobyte en euros, hay una variante para Tarjetícolas, aún más indetectable si cabe. El Timotime. «-¡Quilloooo, que en ClotiStar por 20 euros te regalan 100 minutos!». Pos ya. Si el minuto medio a móviles de contrato se cobra a 0.20 (pongamos), una conversación de un cuarto de hora te sale por 3 eurejos. Como es un enigma a cuánto sale el minuto de los 100 que te regalan, si te lo cascan a 0.50, la misma conversación te cuesta 7.50 eurillos. El doble más la comisión del marisco que se van a jincar los de ClotiStar a nuestra salud. Aunque esto tú ya lo sabías, pero...es tan farragoso que lo único que hacemos es intentar hablar poco ¿no? Puf. Que bastante tenemos.

Olgatuna dijo...

NO LO ACABO DE LEER, ME NIEGO. no te he dicho que no veo tele, ni leo periodicos, ni radio, pero los blogueros tb os empeñais en informarme y amargarme. NO PIENSES más que en la forma de darle gusto al cuerpo majete..........

Unknown dijo...

Ave Joe, veo que vas mejorando en el uso (y espero que disfrute de la lengua de Juvenal), buen aforismo el tuyo. Me atrevo con otro, ad hoc sobre este asunto de las timofónicas (traducción libre):
"Sed victima reclamatio, porculorum al paganus".

DOLORES JOSE dijo...

Hay móviles sumergibles para la ducha?El estres anticipatorio que produce la descarga inminente de la bateria se cura solo con medicación o necesita también terapia grupal?
Me voy a meditar repitiendo un mantra que no sea el número de mi tlf o los ceros de mi cuenta corriente.

Antonio Segar dijo...

Fantastico analisis de la situación inhalambrica que todo lo invade. Tus reflexiones son interesantes y profundas, sin duda. Me temo, que el trafico legal o ilegal de nuestros datos privados se ha convertido en una costumbre aceptada por todos y ya pocos son los que se atreven a reflexionar sobre el asunto. La madre del cordero son las 3 www de marras o lo que es lo mismo, el imperio del mal que arrasa sobre la faz de la tierra. Que Dios nos pille confesados porque vamos a ir todos de cabeza al profundo averno.

Un acongojado saludo, Joe.