sábado, 29 de enero de 2011

Micropost: BESOS CONTRA BALAS.


Vamos a sumar y a restar. Un minutito solo, venga. Si yo también me tengo que ir.

            Si no me equivoco mucho, la población del «Mundo Árabe», incluyendo el Magreb, Oriente Medio, el África musulmana y Turquía, viene a ser de unos 750 millones –árabe más, árabe menos-. Por contra, los seguidores de Juan el Bautista –practicantes o en prácticas- en la «vieja Europa» venimos a ser  aproximadamente menos de la mitad. Claro, excepto que empecemos a sumar a Pakistán y alguno más que nos quedamos en raspa de jurel…

             Pero vamos, que esto en realidad nunca ha sido un problema de credos sino de  ceros.

            Supongo que todas/os estáis al tanto de la revolución en Túnez. Al final se lió parda. El Presidente Ben Alí (supongo que de apellido Babá y de profesión la misma que los cuarenta del cuento) ha tenido que salir del país por patas. Miles y miles de tunecinos  han conseguido en las calles de la desesperación y las plazas del nada que perder -muertos mediante-, que el ejército y la policía enviados para represaliarlos, se les unan en muchos casos, rindiendo las bocachas de sus fusiles a los besos de sus compatriotas.

            Pero me temo (o igual me alegro, oye) que Túnez es solo la mecha que ha prendido ahora en Egipto (donde el Gobierno ha cortado el acceso a Internet y a la red de telefonía móvil), y sigue en Yemen, y sigue en Sudán, y sigue, y sigue.

            China ha censurado ya las búsquedas que contengan la palabra «Egipto» en Twitter.

            Hay un término llamado «Empatía», se trata de «ponerse en la piel del otro». Ponte en la piel de un árabe de 25 años. Tu Rey tiene una fortuna oculta en la banca  occidental que duplica a la deuda externa del país. Llevas casi toda tu vida en el paro. Vives en una casa de 40 m2, con seis hermanos y un padre que gana lo justo para que tu madre convierta la sémola en cuscús. Tienes a un tío torturado en la cárcel por los jenízaros del régimen porque una vez se quejó de su salario. Y el futuro simplemente no existe.

            ¿Tú que crees, que los europeos somos solo mudos testigos? O cooperadores necesarios.

            Una vez, un jefe de los muchos que he tenido, en un mal momento para la empresa, pronunció una frase que siempre recuerdo: «Nos vamos a la mierda de la mano».

            Estas cosas no las vais a ver en la tele. Tenía que decirlo. 



      *Con cariño, a Drissia y Emilio V. «Lennon» -su marido-, la única alianza de civilizaciones que conozco.



4 comentarios:

Eva Luna dijo...

Enhorabuena, fabricante de sonrisas. Este post no he ha hecho reir, pero chapeau!

DOLORES JOSE dijo...

definición de la palabra politica según la RAEAPM:dicese de lo que hace el hombre para ocultar lo que es y lo que no sabe.Asi nos va.

Anónimo dijo...

El problema, ya se sabe, es que la única oposición seria a muchos de estos regímenes de brontosaurios anquilosados son los islamistas.
¿Qué sucede si, en el caso de celebrarse elecciones democráticas, los que ganan tienen como objetivo político precisamente eliminar la democracia?
Es lo que hizo don Adolfo en 1933...

Tirso

Unknown dijo...

No, es que no sé qué decir.