sábado, 2 de junio de 2012

SONRISAS Y LÁGRIMAS... COMO PUÑOS

(imagen de J.M. Vidal / EFE / El País)


Excmo. Sr. Vicepresidente D. Diego Valderas Sosa:


Esto no es lo que habíamos hablao.

Permítame su Ilustrísima me dirija a usted en estos términos ya que le tengo por persona que gusta de llanezas y no de armiños. Que ya dio buen ejemplo de su aprecio por el lenguaje castizo con «La de las tetas gordas», que para nombre de zarzuela suena bien, pero con las feministas no sé yo como estarán sus relaciones.

En mi pueblo, a las buenas gentes, la política les importa un pepino. O sea, bastante. Por que aquí la cuestión de hortalizas bajo plástico es como en el Casino de Torrelodones que si apuestas tomate-rama, rojo, impar y ese año sale pimiento tricolor en la ruleta de las grandes distribuidoras, estas buenas gentes se jartan a pan con tomate  en la cola del banco mientras limosnean otro préstamo de campaña. Que la banca siempre gana en los casinos y en el BOE. Que le voy a contar a yo a su Excelencia.

Pero vamos, que esto no es de ahora. Esto ha sido así desde antes de la  Constitución. La de mil ochocientos doce, me refiero. Por que lo de la Deuda Externa viene ya de antiguo; la Prima de Riesgo con el Emperador Carlos I de España (y V de dónde la Merkel) no llegaba a las cotas de hoy pero ya se había puesto en manos de banqueros alemanes y genoveses. Y entre Austrias y Borbones, Zapateros y Rajoys aquí estamos. Con la bolsa limpia como una patena.
 
            Pero entremos al trapo que vienen que embisten.

            Lo que se está viviendo en las gentes del Sur es ya una guerra. Trashumando  Despeñaperros también, pero yo como vivo abajo y esquinao, pues eso.

            Para abreviar y no restarle tiempo de sus muchas obligaciones de vicepresidentear, le relaciono los detalles más sangrientos:


            Parte de Guerra. Frente Sur.-

-Porcentaje de Unidades combatientes SIN MUNICIÓN,
  con todos sus miembros en paro:                                 17,73 %                   
                       
-Media de desahucios del enemigo:                                     30 familias / día

-Porcentaje de heridos en combate contra el desempleo:     33,20 %
 

            Me va a permitir, desde el respeto, hacerle notar a vuesamerced que el Subcomandante en jefe (al menos de facto o bien pretendido) de esa fuerzas desarmadas del Ejército Sur, más cargadas de razón que de cartuchos, NO PUEDE SONREÍR en las fotos mientras sigue la degollina de sus mujeres y hombres en la última trinchera. Ni siquiera debería usar coche oficial. El protocolo para los reyes, las duquesas de Albas y los Palacios de San Telmos.

Un escolta con dos pistolas y un taxi.

Y así sería respetado cuando vaya a pasar revista por las provincias combatientes. Lo del pañuelo palestino ya lo dejo a su elección, aunque un día de estos va a amanecer la frontera de dónde el compañero Sánchez Gordillo –Marinaleda- con más cola que los Rolling Stones, solicitando asilo político. Que a lo que parece allí hay casa, trabajo y garbanzos.

Así que en mi humilde opinión, no debería su Ilustrísima sonreír nunca. Quizá en privado al hacer la mueca para afeitarse el pescuezo y con el pestillo del baño echado.

Ahí tiene vuesamerced a mi paisana Rosalía Martín que no sonríe nunca. Al menos que se sepa.

Tiene su Excelencia una responsabilidad muy grande. Grandísima. Enorme. La de evitar que los que votamos la última vez, en la próxima ocasión que veamos una urna votemos al señor Marqués de Guillotine. Y se lo dice un vasallo de vuesamerced que fue uno de los diecisiete que le dieron silla en Sevilla a mi respetada paisana Rosalía. A los otros dieciséis seguro que los conozco porque esto no es muy grande.

A mí, y a unos cuantos millones como yo, el futuro de Izquierda Unida, del Pesoe, del Pepé, del Bayern de Munich y de Belén Esteban, sinceramente, se me da una higa. Por que IU es un MEDIO, no un fin en sí mismo.

Si estamos a lo que estamos, que las marcas blancas del Súper van siendo ya lujos de domingo, al menos sus alféreces y alférezas en el Gobierno sevillano deberían renunciar a TODAS las prebendas del cargo. Bonobús, pensión baratita en Triana y menú del día. Que van servidos. Le aseguro que así tendrá el respeto de la sufrida infantería.

Que fue su Excelencia el que nos invitó a la Rebelión. «¡Rebélate!», decía por los caminos sureños. Ahora no querrá vuesamerced que nos la envainemos para seguir procesionando como en los últimos treinta años, de cofrades de Ntra. Sra. Del Llanto y  la Resignación. 

Y le invito a que relea su Ilustrísima la historia de aquí. Que en rebeliones somos doctores desde antes de D. José María «El Tempranillo». A ver si vamos a volver a la guerra de guerrillas, que tan bien nos fue contra Napoleón, pero en vez de asaltar patrullas de gabachos, la peña se va a dedicar a trabajarse los furgones de «Prosegur». Quedando «El Dioni» para los libros de texto como Viriato.

            Y es que no es para menos. Una vez calculé, con el permiso de su Ilustrísima, la pérdida de poder adquisitivo que habremos tenido los de infantería en los últimos treinta años. Y mejor no se lo digo... Si las empresas deciden que lo justo es pagar una soldada de 650 ducados del rey nuestro señor, supongo que son conscientes de que para vender sus cántaros, botijos o adobes tendrán que hacerlo a un precio proporcionalmente rebajado. O se los comerán con salmorejo. Esto es de todos sabido, claro.

            Por otra parte, me alegro de que haya parado su Excelencia el recorte-relámpago que iba a hacer. Aunque por lo que se ve,  desde su Gobierno (igual a Su Ilustrísima no se lo han dicho), le han escrito al Inquisidor General de Haciendas del Rey  que no se preocupe que los recortes se van a llevar a rajatabla. Que esto es sólo un paréntesis para negociar con los sindicatos y eso.

            En fin, ojalá le iluminen los cielos a su Ilustrísima y nos mejore un poco la escudilla. Que ahora vendrán los talibanes de la tertulia a quemarme en auto de fe en la Plaza Mayor. O peor. A decir que soy un cagatintas de Intereconomía o cualquier otra barbaridad. Y sólo soy un John Doe. Mi vida ya está vivida y no tengo muchas esperanzas en el futuro. El problema es que hay seis millones como yo. Y un día se van a cabrear.

            Y me despido ya de vuesamerced, dedicándole (pidiendo antes perdón a D. Francisco de Quevedo), desde el cariño y el respeto, una coplilla, por si la puede hacer llegar a la Santa y Apostólica Confederación de Empresarios de Andalucía. A la que dios guarde y mantenga alejada de nosotros.

            

        Coplillas salariales

Tu me bajas
yo no compro
tu no vendes
me despides
compro menos
das en quiebra
y nos vamos
de la mano
los dos juntos
a la mierda.

 
Su seguro servidor,


   Un don nadie.

 

4 comentarios:

Marijuli dijo...

Cada día me sorprendes más...ea, ya no tengo más que decir.

Joe Black dijo...

Pues, Marijuli, no sé si eso es bueno o malo...

Marijuli dijo...

Por ahora y por esta entrada, muy bueno...luego Dios dirá...

Wydion dijo...

Un don mucho, chaval.