Crédito imagen: Gomera Noticias
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No es este
el caso. El currículum de D. Mariano es impresionante.
Impresionante para el siglo pasado, vamos.
Licenciado en Derecho en Santiago de
Compostela. Ganó sus oposiciones a Registrador de la Propiedad con plaza en
ídem en Santa Pola, escaló posiciones en Alianza Popular en tiempos del
extinto D. Manuel (que le obligó a aprender gallego), Director General de A
Xunta, Presidente de la Diputación de Pontevedra, Ministro, Vicepresidente
Primero… el yerno que a toda madre le gustaría para su niña.
Un candidato perfecto para presidir
las tribus de Hispania. Ha pasado toda su vida en la política, lo que hace que
no tenga ni pajolera idea de macro ni de microeconomía (ya sabemos que eso se
aprende en dos tardes), confiesa que solo lee el Marca, habla inglés «Apache level» ¿Quién mejor para una
interlocución con el feroz entramado exterior e interior?
Si yo fuera cocinero, desde luego
preferiría un pulpo no demasiado listo que no se me fugara de la olla donde lo
estoy cociendo y no tuviera ni amago de sospecha de su adobado fin «a la
gallega». Y si fuera banquero o presidenta de Alemania ni te cuento.
Lo único reprochable es que tiene
gafas. Y aquí, los presidentes con gafas… sabido es lo que duró D. Leopoldo Calvo
Sotelo, que antes de ser investido lo paró un teniente coronel de la Guardia
Civil en el Congreso por «exceso de velocidad democrática».
Sinceramente, cuando dijo que solo le
harían falta dos palabras me
asaltó la duda de si iba a decir: «a mamarla». Pero no. Negó tres veces como
san Pedro. Claro que un gallego cuando te dice: «es falso» nunca estás seguro
de si es falso que cobrara, que supiera que cobrara en negro o que el dinero
fuera empaquetado en sobres y no con gomas elásticas.
Por eso van a hacer no una sino dos
auditorías. Para que salgan bien, como las de Lehman Brothers y Bankia que
estaban perfectas momentos antes de reventarnos en la cara a todos.
Mi teoría es que en realidad D.
Mariano falleció el 21 de noviembre de 2011 de soponcio cardíaco desinencial, al
ver que había ganado las elecciones y viendo lo que se le venía encima.
En seguida sacaron a un doble. Por
eso no comparece, se esconde, huye por los garajes, no da ruedas de prensa ¡ni
en la sede de su propio partido protegido por cinco furgones de antidisturbios!
La Sra. Cospedal Nomeconsta va y enchufa un televisor y se le ve hablar. Este
es el único país del mundo dónde los periodistas van a la sede de un partido a
ver la tele.
Por eso, como el himno gallego, creo
que ha llegado el tiempo de que este pobre hombre pueda volver a su tierra.
« […] Os tempos son chegados
Dos bardos das idades
Que as vosas vaguedades
Cumprido fin terán; […]»
Tengamos piedad de él y dejémosle
descansar en paz.
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