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a mosca común (Musca
Domestica o Cojonera Muscae)
tiene un ciclo vital de unas dos semanas. O sea que una mosca que nace el 1 de
febrero y la diña el 15, no conoce el verano. No puede, no lo imagina, para
ella es una quimera, un rumor, un mito.
Las generaciones de éste,
nuestro solar —puede que patrio y puede que no—, que nacieron después de
Franco, en democracia —o como creo yo que se debería llamar: «SinFrancocracia»—,
no conocen otra cosa, creen que la corrupción, la mierda, los enchufes de la
casta política a sus cuñados —cada uno en su cortijo de votantes—, han estado
siempre aquí. Y tienen razón. Desde Recaredo.
Lo que no había
conseguido nadie, incluyendo al Imperio romano que tardó doscientos años en pacificar la Hispania…
es que nos rindiéramos sin luchar. Sin degollina ni sangre ni polvareda. Y
llega un Registrador gallego medio lelo y resulta que tiene más cojones que las
legiones de Julio César.
Los que lucharon contra
la Dictadura están muertos y/o enterrados. Uso la conjunción disyuntiva porque
se puede estar muerto sin enterrar y al revés. Enterrado en pasta en un cómodo
sillón de asesor de algo, pero silente ante el hedor.
Con lo que tenemos un
pueblo superguay al que de pronto le quitan
los derechos que tantas vidas costaron —A un íbero le ibas a levantar tú las cabras
sin que te rebanara las partes berrendas…— y claro, luchan como están
acostumbrados a hacerlo: cambiando de canal la tele de plasma. No conocen otra
cosa. No es su culpa.
Así que se envalentonan.
Al fin y al cabo, a la Casta y sus
familiares, al perder las elecciones les espera un dorado retiro de consejeros
de alguna multinacional. Se les da una higa que haya que pasar un país por la
máquina de picar carne porque Alemania dice que hay que hacerlo.
Pero es que además,
como se acabó la pasta, aparecen los «niños cantores» —los Bárcenas de turno—
que conociendo el fraude y la buena vida que han llevado desde el rey hasta el
último concejal de Torrelodones desde 1978 no están dispuestos a pasar una
temporadita en el hotel La Reja a
cuenta del Estado.
Y no pasa nada. Como
esto está cerrado en verano…
Así que me reitero en
mi idea de que nos invada Uruguay. Que Pepe Mújica es un tío cojonudo.
De todas formas me voy
a comprar un chaleco salvavidas de color marrón, porque lo malo de esto es que
el naufragio del Hispania no será en
agua. Será en mierda.
Feliz verano y que el
diablo reconozca a los suyos.
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