miércoles, 21 de enero de 2015

SONETOS EN ZAPATILLAS (I)



Un soneto me obligo a hacer. Prometo
no parar de escribir hasta finarlo.
A pesar del frío en el que ardo
por esa naricilla. Es un reto.

Que no vi yo jamás tan lindo espeto
florecer de una cara, como un nardo
blanco y suave, trazado por Leonardo,
tan bello como el sol. Radiante y quieto.

Tobogán que a esos ojos me conduce,
a bañarme en un lago de miradas
que alumbran mi calor y amor me luce.

Tiralíneas de noches trasnochadas,
labios de esquimal del beso al cruce,
marquesina de bocas escaldadas.


No hay comentarios: