jueves, 3 de enero de 2013

CARTA A LOS REYES MAGOS


¿Qué demonios pedirle a los Reyes si ya me trajeron de todo en esta vida?

            Me trajeron amistades eternas, pasiones volcánicas, algún que otro trabajo digno en el que no tuve que robar a los clientes para contabilizarlo en mi empresa, libros que me curaron la miopía, dolores que me retorcieron, orgasmos explosivos con una hermosa mujer gritando debajo, encima o al lado, platos de boquerones con su raja de limón fresco,  vientos de libertad a lomos de la moto, la sonrisa del albóndiga de mi sobrino a los tres años, inmensas alegrías de juventud cuando la lucidez no me había maldecido aún...

            Solo se me ocurre una cosa. Y no quiero que la traigan, sino que se la lleven. 

            Los politicos.  

            Que sois una plaga de langosta. 

No todos ni todas. Solo la mayoría. Los diputados, los senadores, los alcaldes y concejales de los municipios de más de 10.000 habitantes, todos los parlamentarios autonómicos, los de las Diputaciones Provinciales, los cadáveres insepultos del Consejo de Estado, el cementerio de elefantes del parlamento europeo —como mínimo en su parte española— y centenares de cargos que son un cargo para todos. 

Oléis mal. Dentro de vuestros trajes de dos mil dólares y sentados en el cuero de vuestros coches oficiales hecho con tiras de la piel de millones de ciudadanas y ciudadanos que... ¡todavía os creen! cuando vomitáis la repetición del restallar del látigo sobre sus espaldas. 

Porque todos y todas sois cómplices o cooperantes necesarios. Por seguir yendo silentes a los plenos y cobrándolo en crudo mientras vuestros compatriotas se suicidan. En las guerras a los cobardes se les fusila, a los que abandonan a su suerte a los  compañeros en la lucha, a los ancianos, a los niños. Pero no valéis ni el precio de la pólvora de una bala. 

¿No estáis tristes? ¿Aparte de vuestras madres, que no saben en realidad a lo que os dedicáis, como podéis recibir uno tras otro los fingidos deseos de felicidad «en estas fechas tan entrañables» de todos los que os deben su puesto? ¿De los que os agradecen los regalos que a nuestra cuenta  le habéis enviado? ¿Creéis que esto va a durar para siempre? ¿De verdad pensáis que la ciudadanía va a permitir que tengáis un retiro dorado con la pensión máxima? ¿No habéis leído un solo libro de Historia? 

¿Acaso estáis en la duda sobre si Berlusconi es el último César del Imperio Romano que sigue siendo eterno? ¿Conocéis por ventura lo que fue de aquel otro imperio «donde no se ponía el sol»? ¿Nadie os habló de Sadam, de Gadafi, de Ben Alí, de Mubarak?

¿De qué materia estáis hechos? ¿No se os pone la carne de gallina con algún desahucio?

¿No necesitáis pastillas para dormir? ¿Psiquiatras?

¿Podéis mandar a millones de personas a la muerte laboral, social o definitiva sin que os tiemble el pulso como aquel viejo general que tuvimos cuando firmaba sentencias de pena capital?

¿No se os atraganta el jamón ibérico o el marisco en las comidas de Navidad del partido, pensando que miles de vuestros compatriotas rebuscan en la basura?

¿Creéis que el universo conocido termina en vuestras hijas, hijos, yernos y nueras colocados a dedo en vuestras administraciones públicas? ¿No escucháis el rugido del futuro? ¿No presentís que el malestar de un pueblo es el lubricante para la guía de la cuchilla de la guillotina? 

¿Se os da una higa lo que se estudiará dentro de cien años sobre los causantes y los cómplices que callaron permitiendo la mayor estafa de la historia de la humanidad y el expolio del futuro de varias generaciones?

¿No llegáis a sospechar que Islandia no es el país del cuento de Blancanieves?

Me alegro por vosotros, aprovechad. Sufriréis menos mientras llega vuestra hora.


                                    ---------o---------

Y de paso, santas majestades, si aprovecháis el viaje desde el lejano Oriente y os lleváis a vuestro colega que reina por aquí... oye, eso que llevamos adelantado.



2 comentarios:

Marijuli dijo...

Como siempre, GENIAL!!!!!!

La Maripili dijo...

buenísimo.
Pero no, los políticos no se dan cuenta de nada por eso, porque son políticos