lunes, 30 de abril de 2012

VOLUNTAS OMNIA VINCIT

(imagen de Aimee Mullins por Carolyn Jones)

El otro día vi a una chica embarazadísima ella -de sí misma y de su circunstancia- entrar en un estanco. Por curiosidad y déficit de tabaco decidí entrar yo también. Era una hermosa rubia de bote mechada. No es que alcanzara a ver su selva negra, vive dios, es que a las rubias de bote se les nota. Una rubia natural se distingue por su imperfección en el pigmento, lo que la hace bella. La Naturaleza no tiene tiempo para los detalles, sólo para lo importante, pero una peluquera sí. Y te deja monísima de la muerte.

Esto me hizo interrogarme sobre el poder de la Voluntad. Si una futura madre, a sabiendas de lo malo que es el fumeque para su nasciturus, fuma, está claro que hay un poder superior que la incita. Incluso por encima de la salud de su hijo. Imaginaos la esperanza que nos queda de dejar el humo a los que, como yo, ya hemos perdido la ilusión de quedar embarazados.

Y me diréis ¿y tú como sabes que era para ella el tabaco? ¿eh? ¿listo? ¿y si era para su cuñada Marijuli? ... A lo que os contestaría que llevo los suficientes años fumando como para reconocer esa sensación que emanaba de ella. La sensación que hace que sabiendo que hay tabaco en casa no fumes y... te lance a la una de la mañana a buscar cualquier tugurio donde vendan cuando no lo hay.

Además, se la notaba furtiva, esquiva y temerosa. Había escogido un estanco fuera de su barrio (recordaría a tamaña Venus si la hubiera visto antes). Pecadora confesa al tomar la cajetilla y guardarla cauta sin atreverse a levantar la mirada al público juicio de la estanquera. Me aparté cortésmente y ella salió, inmediatamente  después de su barriga.

Fui presa de un momento de ternura justo hasta que la estanquera –mudo juez de vicios públicos, por la cuenta que le trae- me dijo que no tenía mi marca habitual. Pardiez. Que uno, aunque menesteroso, es de fumar «Ducados». Aunque no habiendo tal nobleza con filtro, no rechazo picadura alguna. Total, es pá meterle fuego...

La Voluntad.

¿Qué mayor poder existe para el ser humano?

Es capaz de asesinar el deseo, rodearlo, adobarlo, disfrazarlo. Reina ante el impulso genético con una sonrisa displicente. Se pasea del brazo del hambre volviendo la cabeza ante una fuente de chorizos de Almendralejo. Gobierna el rumbo sin tan siquiera admirar el paso de un trasero perfecto, que al fin y a la postre no durará más que el parpadeo de unos años. Impera sobre los sentidos abriéndolos o cerrándolos, que son única puerta del conocimiento («Nihil est in intellectu quod non prius fuerit in sensu», que diría S. Agustín, si tuviera un programa en la tele). Carcelero impío, cancerbero del infierno de lo sensual.

He conocido a gentes que, habiéndosele negado la largueza de entendimiento, les ha sido dado el poder de la Voluntad. Y con ella, que es agua lenta que horada la roca han llegado a culminar más metas que los que han sido bendecidos con la inteligencia. Metas de la sociedad «oficial», claro. Estudios de áridas licenciaturas, Oposiciones a notarías... y todas las torturas ideadas por el hombre para dar el visto bueno a un nuevo cofrade de las personas de bien. Sin salirse del raíl, claro.

La Voluntad pues, podría ser la arcilla dónde se moldea el Superhombre. El Superhombre que afirma «la muerte de dios» puesto que se moldea a sí mismo. No necesitando de fuerza trascendente, conjuro o hechizo purpurado ninguno. Limitando la moral y la ética a la esfera de su tiempo terrenal. Que ya es bastante.

En mi caso, negado me fue el don de la Voluntad. Soy lo que la astrología llamaría un «puñetero Aries». Iniciador, barreno, dinamita, carnero que embiste a los muros... más que escayolista del detalle. Pero...  ¿podría –a fuerza de voluntad- llegar a tener Voluntad?

Sí. Podría. Pero entonces sería un tipo peligroso.



2 comentarios:

La Maripili dijo...

Que bueno eres, chaval! te lo había dicho alguna vez? eso sí, deberías poner enlaces a la RAE en algunas palabras jajajajaja
Fumar durante el embarazo....qué gran tema de conversación! tan bueno como: estar deseando terminar de dar de mamar para encenderte un cigarro, y enfadarte con tu hija lactante por tardar en dormirse y no poder dar rienda suelta a tu vício.
Estoy contigo, Aries, si yo tuviera voluntad, sería muy peligrosa.
Por cierto, felicidades atrasadas.

Marijuli dijo...

No no, para mí no era, que yo dejé el vicio en enero...osea que fumando eeeehhhhh!!!! joe con mi cuñadita, que callado se lo tenía!!!!
Ah, algún problema con las rubias de bote??????